LA MUJER DE HELIO

LA MUJER DE HELIO
Dina Bellrham

sábado, 19 de noviembre de 2011

XXV (AUSENCIA)

Mis versos eran una mesa quirúrgica. Repartía incisiones desde el manzano. Los bisturíes hacían sus barahúndas proletarias y pedían un día de guardar. Yo azotaba sus filos a mi vientre hasta quedar vacua, bífida.

Ella compartía sus escombros, su fuente de anélidos, su melancolía flotante.

Hace tanto que no mastico su sexo ni violamos muñecas. Ya no vendrá, he destruido su templo, los gritos son ramas fibrosas, marcas —putos jeroglíficos— sin esputo. Los tranvías Mujer, ¡los descarriados caminos relinchan polidipsicos! Solía construirte las palabras náuticas desde mis carriles. Cuando era tripas y tu voz recóndita me acercaba a los sismos.

Derechos Reservados © Dina Bellrham

2 comentarios:

  1. Gracias por esta página, tan importante no solo para la memoria de una poeta trascendental, admirada y queridísima como Dina, sino porque su palabra contribuye con el engrandecimiento de nuestro amplio y rico panorama poético. Dina es también álgido estandarte de nombres importantes de la literatura joven de nuestro país, y es también otra de sus lamentables pérdidas. Su poesía que deambulaba entre lo sensual y lo barroco, entre lo irónico y semántico, lo amoroso y existencial, permanecerá como una concepción tan original que difícilmente, por lo menos en este último apartado (la originalidad) se podrá igualar. Por eso celebro y agradezco enormemente, en nombre de la amistad y de la palabra, este gesto de dar a conocer su valioso decir y su sustancia.
    Sionara España

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  2. Hazte lectora de este blog. Gracias por tus palabras Siomara. Falta todavía todo lo que me mandará Cecibel, su madre.
    Luego pienso compilarlo todo en un solo blog.
    Hasta siempre

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