LA MUJER DE HELIO

LA MUJER DE HELIO
Dina Bellrham

viernes, 18 de noviembre de 2011

I (EL HELIO)

Es verdad que la placenta me quedó chica cuando me arrancaron la raíz del ombligo. La gente desayuna gente y se abriga de huesos, tienen insectos interdactilares, hieden sus fosas nasales, sus mantos de mártires apocalípticos, desde el génesis que despegué las pestañas supe que había llegado al lugar equivocado.

Los vestidos y sus pinzas de seda ayer me dieron la espalda. Hay circunstancias en que siento que ando descerebrada, amortiguada de interrogantes. Las muñecas y las princesas me van dejando sola, como si adivinaran la nostalgia que me obnubila los dientes.

Muestro la máscara a la familia pequeña burgués que disimula rollos fantasmas, preocupada por las doce uvas frescas e hipertróficas y, espera que sean las cero horas para soltar las lágrimas contenidas tantos meses: yo los abrazo, les regalo las muelas y se las guardan en sus pelucas.

Me siento malvada por el abismo que gobierna entre mi taza de café y la de té de mi madre, sus manos de mundo y las mías de ciénagas; la ropa de mis hermanos y mis zapatos nuevos y pequeños; mis ojos de ramas y la pupila de estufa de mi padre, aún veo sus garras beodas de la infancia, y no tanta infancia: el miedo, las ganas de huir. Va en pausas el rostro de mamá, mamá se desviste, esconde heridas, los hijos son más importantes que el cuerpo mutilado de esquinas, de la infidelidad del ogro, ella lo quiere así.

Derechos Reservados © Dina Bellrham

2 comentarios:

  1. La prosa de Dina como su poesía dijera, es un reto a la génesis, al principio de un todo representado con toda su cruel verdad. Responde sin temor ni pudor, al misterio intrincado en los huesos y ahogado de placenta; al mortificador anhelo de llegar a comprender el porqué de tanta mecánica coludida entre simples quehaceres pendulares y llantos de fruta.

    Despeja el placer incognito del amor por instinto. Nos muestra al animal abrigado de piel, con su angustia martillando y construyendo descontrolada monstruos de todo tipo de cementos, dirigidos por camisas almidonadas y corbatas obedientes.

    Dina artífice de una literatura que nos muestra hoy todo el futuro pretérito que nos toca vivir.

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  2. Han pasado 8 años desde la publicación de este blog y no se si haya alguien aun pendiente de todas las palabras. Si es así, me gustaría saber si aun existen ejemplares físicos del poemario. Tanta conmoción debería ser obligatoriamente leída sintiendo y oliendo el papel

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